Oh, California, con sus playas soleadas y sus grandes ciudades, por no mencionar su animada escena musical. Imagínese conduciendo por la PCH con las ventanillas bajas y un acordeón que suena en manos hábiles y cobra nueva vida a través de los altavoces. Ese es el espíritu del ElMero Grupos Nortenos En San Diego, una parte de la cultura mexicano-estadounidense que floreció fugazmente en la Costa Oeste.
Imagínese una fiesta familiar con todos de muy buen humor, despertándose después de comer y beber en exceso, tal vez un poco más de lo debido, para volver a sus vidas normales. Allí, el tío de la familia estaba todo el tiempo acunando la guitarra en sus brazos. Comienza a navegar por melodías tortuosas. Y luego, todos los que lo escuchan se unen a él mientras sus corazones lo siguen voluntariamente, cantando sobre el amor, los problemas familiares e incluso sobre cómo vivir la vida como debería o no debería ser. El norteño tiene un cierto poder para tocar las fibras de nuestros corazones; es un poco como en los viejos tiempos, cuando siempre tenías un amigo confiable que te apoyaba, en las buenas y en las malas.
Ahora, echemos un vistazo más de cerca al mundo de los norteños en California. El estado es el hogar de bandas como Los Tigres del Norte, o “The Tigers of the North” para abreviar. Han entretenido al público desde que se establecieron por primera vez. Es la misma historia con Los Tucanes de Tijuana: rompen con sus ritmos hipnóticos hasta los más estoicos entre nosotros, y nos encontramos asintiendo con la cabeza ante ellos. Cada una de estas bandas cuenta historias de manera constante, todas unidas por melodías; cada canción transmite una experiencia de vida diferente.
¿Sabes cómo es bajar por PCH y desde el concierto suena un ritmo de bajo, retumbando en las tablas del suelo? Así es como se siente una noche con una banda norteña. Empiezas a arrastrar los pies. Ahora la música te cubre y te reconforta como si fuera una manta cálida en una noche fría, recordándote que estás vivo.
Otra alternativa es sentarte solo con un poco de música norteña frente a ti. Vale la pena y cualquiera puede hacerlo. Siempre es agradable alejar el estrés con un poco de música y es divertido. Es entrar en un mundo que cura las heridas a través de armonías en lugar de ruido blanco.
¿Alguna vez has pensado en tocar el acordeón? Un consejo: es más difícil de lo que parece, pero vale la pena el esfuerzo. Los principiantes aún pueden hacer un ruido animado y, a veces, no logran emocionarse. Ten en cuenta que muchos de los nombres conocidos en Norteño alguna vez estuvieron en la misma situación en la que estás ahora. Convirtieron cada nota amarga en un bloque más de éxitos futuros.
La próxima vez que estés en California, no dudes en escuchar esas bandas de Norteño. No solo estás agregando algunas melodías nuevas a tu colección; Más bien, estás absorbiendo una gran riqueza cultural. Nunca se sabe, tal vez tu canción.